Los insectos se han convertido en el nuevo alimento gourmet que es delicioso, está de moda y puede ser la solución al cambio climático.
Por Alicia Ruiz Fernández
Ciudad de México, 17 de octubre (TICbeat/SinEmbargo).- El calentamiento global se ha convertido en un grave problema por el que debemos tomar medidas urgentes, y una de ellas puede ser sustituir la carne por insectos, según este estudio.
El informe que presentó la ONU la semana pasada avisó de que para el año 2030 no habrá marcha atrás con el cambio climático, por tanto debemos cambiar nuestra forma de vida y los hábitos que están dañando el planeta para lograr reducir nuestra huella de carbono y así evitar los desastres naturales que se avecinan si no ponemos remedio a esta situación.
Es por eso que comer insectos es una gran solución para reducir las emisiones que causa la agricultura animal, así como para paliar la escasez mundial de alimentos.
Los científicos que han realizado este estudio en Suiza y Alemania afirman que han encontrado la manera de hacer que las personas coman insectos para así contribuir a la reducción de emisiones de carbono.
Los insectos son una gran fuente de proteínas, y ya se pueden comer en numerosos restaurantes que ofrecen comida sostenible. Pero no todo el mundo está por la labor de comer insectos, ya sea porque les parece repugnante o porque no son capaces de asimilar que un bicho pueda ser comestible, por eso este estudio abre las puertas a que más gente se sume a este alimento tan saludable.
BUENOS PARA LA SALUD Y EL MEDIO AMBIENTE
El estudio se ha realizado con 180 personas a las que se les ofreció una trufa de chocolate llena de gusanos. A la mitad de los participantes se les dio un folleto explicándoles que comer insectos era bueno para su salud y para el medio ambiente, y a la otra mitad se les dijo que estaban de moda y que su sabor era exquisito.
El 62 por ciento de los que fueron avisados con los beneficios de la salud y del incentivo de ayudar a la reducción de emisiones de carbono decidieron comer la trufa, en contraposición con el 76 por ciento que decidió comérsela del grupo al que se dijo que estaban de moda y que eran deliciosos.
Además, el grupo al que se dijo que estaban de moda y que tenían un sabor exquisito calificó la trufa con una nota más alta.
Por tanto el estudio demostró que es necesario cambiar el mensaje en relación con salvar al planeta del calentamiento global, modificando los mensajes de altruismo por los de consumir insectos por placer. Es decir, las emociones son más efectivas que las afirmaciones racionales, informa The Guardian.
Los precios de los insectos están bajando gracias a la tecnología y la escala del cultivo de insectos comestibles, y numerosos fabricantes afirman que ocurrirá lo mismo que con el sushi, un producto que en el mercado occidental se veía como un alimento poco apetecible hace 20 años y que ahora está muy de moda.
Así que si no nos convence salvar al planeta del calentamiento global y mejorar nuestra salud gracias a ingerir insectos, su exquisito sabor y convertirse en el nuevo alimento «de moda» pueden hacer el resto.